El punto de partida para cualquier proceso de CAMBIO DE HÁBITOS debería pasar por la aceptación de que en el camino encontraremos obstáculos que dificultarán el proceso.

Cuanto antes asumamos que la perfección no es el objetivo y que tropezar nos servirá de aprendizaje para asentar mejor las bases de un nuevo estilo de vida, antes alcanzaremos nuestra meta.

Cuando nos topamos de frente con los obstáculos, sólo existen los caminos que podamos tomar:

RETROCEDER O AFRONTAR Y GESTIONAR.

 

RETROCEDER ↩️ Es dejar de implicarse en realizar acciones que te acerquen a tu objetivo. Cuanto menor sea la implicación, menor será la motivación y mayor la frustración que sentirás al respecto. Esta última puede hacer que empeore gradualmente tu relación con la comida y que recuperes el peso que habías perdido hasta el momento. Además, volver al punto de partida hará que aumenten tus creencias y pensamientos limitantes, sumando más "piedras" al camino para la próxima vez que decidas alcanzar tus metas.

 

AFRONTAR Y GESTIONAR↪️ Cuando afrontamos los obstáculos gestionándolos desde su origen, nos empoderamos, ganando autoestima y haciendo pequeños a los miedos. Tomar conciencia de tu capacidad para sortear los impedimentos, te servirá de motivación para seguir implicándote en tu proceso de cambio y seguir realizando acciones para lograr tu meta. Se avecinan días de vacaciones. Recuerda que ser flexible y disfrutar de tu tiempo de ocio es clave para poder retomar tu rutina saludable sin frustración ni culpa.